¿Por qué ir a un dermatólogo?
¿Recuerdas cuándo fue la última vez que fuiste a un dermatólogo?
Es muy común que las personas busquen un dermatólogo solo cuando surge alguna alergia, mancha o reacción. ¡Por eso muchos ni se acuerdan, cuándo han consultado o hasta si lo han hecho en la vida!
¡Acudir a este especialista de la piel es tan importante como ir al dentista o al cardiólogo, por lo que necesita entrar en tu chequeo de salud. Aquí te diremos por qué:
¿Qué hace un dermatólogo?
El médico dermatólogo es especialista en el diagnóstico y tratamiento de enfermedades relacionadas con la piel, pelo, cabello y uñas. Este profesional actúa en la orientación sobre el cuidado de la piel de la cara y cuerpo, indicando procedimientos y productos específicos. Es posible también conversar con un dermatólogo acerca de procedimientos estéticos, desde aquellos no invasivos, como rellenos, bioestimulación de colágeno, hasta cirugías estéticas correctivas.
Para convertirse en un dermatólogo, se requiere formación médica, más algunos años de residencia o especialización, dependiendo del país. Además, el profesional realiza diversos cursos de perfeccionamiento y actualización, lo que lo torna capacitado para el uso de las más innovadoras técnicas del campo de la estética.
La piel es una excelente guardiana
La piel tiene la función de proteger el cuerpo contra agresiones externas, entre ellas, el contacto con productos químicos, hongos, bacterias y factores ambientales. Además, ayuda en la absorción de elementos importantes para el funcionamiento de nuestro cuerpo, por ejemplo, humedad, rayos solares (y la tan bienvenida vitamina D), pero también cremas y pomadas.
Otro punto: la piel, así como las uñas y el cabello, puede reflejar cambios importantes en nuestro organismo, indicando que algo puede no estar funcionando bien. Manchas, lunares y protuberancias pueden (¡o no!) ser síntomas de patologías importantes. Son estas particularidades las que refuerzan la importancia de agendar citas regulares con un dermatólogo.
La piel requiere cuidados especiales
Siempre piensa en la piel como un órgano muy importante para el individuo y por lo tanto necesita ser tratada como tal. Es necesario ir más allá de la información general disponible en Internet -considerando que existen riesgos para la salud al tomar decisiones sobre el uso de medicamentos, por ejemplo-, además de asegurar que la elección de un producto debe ser tomada con responsabilidad, ya que debe satisfacer tus necesidades individuales.
Solo la evaluación del especialista garantizará que tu caso sea diagnosticado de forma precoz, segura y asertiva, y que tu tratamiento sea el más indicado.
Por eso, cuídate y no hagas experimentos con tu piel. La automedicación dermatológica es bastante arriesgada y puede causar daños irreversibles.
El cuidado estético también es importante
La piel, cuando es bien cuidada, refleja el bienestar y la calidad de vida de la persona. El cuidado de la piel es una indicación de autocuidado, por lo que no debe dejarse en segundo plano.
La medicina estética ha innovado cada año y ofrece una lista de soluciones seguras, bastante eficaces y de rápida recuperación, para cada tipo de necesidad. Los procedimientos estéticos no quirúrgicos pueden:
- rejuvenecer;
- minimizar arrugas y líneas de expresión;
- hacer pequeños rellenos;
- traer una mejora para la región de los ojos por medio de un tratamiento específico;
- disminuir la flacidez de la cara o la piel;
- disminuir las manchas provocadas por el sol, el acné y la edad.
Todo eso, sin cirugía, sin hospitalización, sin anestesia. Pero para que los resultados sean positivos y, principalmente, estés libre de riesgos para tu salud, es importante que estos procedimientos sean realizados en clínicas especializadas y por médicos capacitados. Un buen dermatólogo es siempre un buen oyente: por eso, sabrá escuchar tus dolores, entender lo que te molesta, alinear tus expectativas para solo después indicar el mejor procedimiento.
¿Te gustaron los consejos? ¿Quieres hacer una evaluación profesional y cambiar la forma en que cuidas tu piel? ¡Busca un dermatólogo!